lunes, 24 de diciembre de 2012

A quien espera nacer

Nacer no es ya una posibilidad,
renacer tampoco,
pisar la tierra de otra manera quizás sí lo es,
ser devorada, y vuelta a regurgitar
por el rapaz que me alberga, lo es más.
El león me mira de frente desde la estantería
su ojo de cristal refleja mi lado salvaje
tampoco puede esperar demasiado
por la selva de sus sueños,
sólo es la obra soplada de otro
un instante inspirado y cóncavo,
mi corazón repantigado en el sofá
espera renacer de las cenizas,
le han vendido que las cenizas son polvo enamorado,
así que lógica cualquier ceniza tiene garra.
La inquietud precede al acto,
quién renacerá de mí o conmigo,
acaso el león puede aspirar por fin a una cena digna,
soy su pavo relleno de incertidumbres,
Le bastará con ello para saciarse,
soy su única relación con la vida salvaje,
a mi sombra se aferra aunque viva enjaulado
por ser navidad hoy tendrá ración doble.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Indagación

Tejo en silencio sobre la tela que enloquece
indago cada uno de sus vértices
lo que me separa de su gravedad,
paciente me dejo caer en su centro,
la cáscara ya no cobija,
cual mosca común, mosquito o cucaracha,
paralizada escucho, y escucho,
los sonidos del paisaje desolado
la incertidumbre cierra filas,
su ejército de terracota no decae,
mi nuevo estado no agota,
bajo su sol nadie grita, ni hay estridencia.
Los sordos están en su bacanal,
saciados aún siguen engullendo,
los sordos vislumbran el mundo de telas vacías,
de arañas a la intemperie del círculo,
con la misma mudez del nacimiento,
soy la presa perfecta de mi desesperada araña,
ahora demasiado gorda por zanparse los miedos de todos.

No quiero ortorgarle ningún mérito,
su única desgracia fue envolverme
aunque lleve en su abdomen la medalla de los vencidos,
mi vencimiento no es suyo,
sino tuyo, mi deuda es tuya,
mi locura es tuya, mi equilibrio es tuyo,
mi impotencia es tuya,
mantengo los mil ojos cóncavos de mi araña
para que mire más allá de la tela,
a ver si hay otro mundo posible donde escuchar no sea caer,
caer, caer, caer y caer, sin llegar a ningún sitio.