lunes, 24 de diciembre de 2012

A quien espera nacer

Nacer no es ya una posibilidad,
renacer tampoco,
pisar la tierra de otra manera quizás sí lo es,
ser devorada, y vuelta a regurgitar
por el rapaz que me alberga, lo es más.
El león me mira de frente desde la estantería
su ojo de cristal refleja mi lado salvaje
tampoco puede esperar demasiado
por la selva de sus sueños,
sólo es la obra soplada de otro
un instante inspirado y cóncavo,
mi corazón repantigado en el sofá
espera renacer de las cenizas,
le han vendido que las cenizas son polvo enamorado,
así que lógica cualquier ceniza tiene garra.
La inquietud precede al acto,
quién renacerá de mí o conmigo,
acaso el león puede aspirar por fin a una cena digna,
soy su pavo relleno de incertidumbres,
Le bastará con ello para saciarse,
soy su única relación con la vida salvaje,
a mi sombra se aferra aunque viva enjaulado
por ser navidad hoy tendrá ración doble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario