domingo, 16 de diciembre de 2012

Indagación

Tejo en silencio sobre la tela que enloquece
indago cada uno de sus vértices
lo que me separa de su gravedad,
paciente me dejo caer en su centro,
la cáscara ya no cobija,
cual mosca común, mosquito o cucaracha,
paralizada escucho, y escucho,
los sonidos del paisaje desolado
la incertidumbre cierra filas,
su ejército de terracota no decae,
mi nuevo estado no agota,
bajo su sol nadie grita, ni hay estridencia.
Los sordos están en su bacanal,
saciados aún siguen engullendo,
los sordos vislumbran el mundo de telas vacías,
de arañas a la intemperie del círculo,
con la misma mudez del nacimiento,
soy la presa perfecta de mi desesperada araña,
ahora demasiado gorda por zanparse los miedos de todos.

No quiero ortorgarle ningún mérito,
su única desgracia fue envolverme
aunque lleve en su abdomen la medalla de los vencidos,
mi vencimiento no es suyo,
sino tuyo, mi deuda es tuya,
mi locura es tuya, mi equilibrio es tuyo,
mi impotencia es tuya,
mantengo los mil ojos cóncavos de mi araña
para que mire más allá de la tela,
a ver si hay otro mundo posible donde escuchar no sea caer,
caer, caer, caer y caer, sin llegar a ningún sitio.

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