.Vocación de caníbales
Tan sólo tú conoces esa incomodidad,
tan propia de un contorsionista.
Metida en este frasco, todos me miran,
escogí la forma más simple de
convivencia,
enfrascarme para ser devorada,
estar siempre suculentamente
formar parte de algo apetecible,
comida casera,
estoy a precio de oferta
por ser de primera necesidad para
la familiar.
Tan sólo queda seguir las
instrucciones;
volcar el líquido y calentar.
Nadie notarás la diferencia,
algo inaprensible
el punto de enfrascarme es mi
última posibilidad,
dejo aparte tu rechazo por el
picante
por si te decides a comerme mejor.
El cuervo
Reconocí al cuervo por sus
graznidos
no me dejaba leer, ni dormir
el cuervo literario más popular
recitaba de memoria a sus célebres
mentores,
Poe, Elliot, Borges.
Su presencia en medio de la frase
resulta premonitoria; “Vendrán y
dejarán las migajas”
El cuervo asomado al poema,
dentro de él,
exigiendo una invocación
un símil a la oscuridad del poeta.
Me mira atento,
posado en el péndulo espera su
ración,
es él quien se come las migajas,
de todos los restos de mi vida.
Poesía eres tú
Si tus ojos son palabras
tu boca inspiración,
tu vientre horizonte
poesía eres tú,
unánime en el rumor del verso
entre la roca y el cielo
entre el pasto y la piel
poesía eres tú
beso inasible
anhelo eternamente furtivo.
Hojaldre
Quebrada en los bordes,
íntegra,
sujeta a los vértices, hojaldre.
rellena,
cubierta sólo de caramelo sólido
descansando sobre el canapé,
hojaldrada,
líquida, espesa
dulce,
más allá de mí,
otro pastel que cruje
con crema desbordada.
Un golpe de bandeja
reúnen a tu crema y la mía,
tu caramelo y el mío.
Al final del día,
ya en la esquina del plato,
tu hojaldre y mi crema, son uno.
Diálogo
En plena oscuridad, oscura.
-¿Eres tú?
- Sí.
- ¿Y qué haces aquí?
- Encontrarte.
En plena claridad, clara.
-¿Eres tú?
- Sí
-¿Qué haces aquí?
- Perderte.
Humanidad divina
Nadie mira al otro,
cada quien solo con su habilidad,
rumiando la rabia como mejor sabe.
Nadie sabe quién va a pagar el
destrozo,
de tantos frentes abiertos en esta
guerra sorda
entonces viene alguien de otro mundo,
reparte bocadillos,
abre unas botellas de vino que
lleva para regalo
empieza a repartir otros dones.
Todos adivinan su condición de
extranjero,
ya nadie se hace ilusiones
ni pregunta si es dios quien
deambula entre los hombres.
comen y callan
el extranjero se aleja seguido de
la multitud.
Silencio
Todo este silencio serenísimo
todo este silencio amado y odiado
todo este silencio latiendo sin
parar,
todo este silencio minado para los
otros
todo este silencio acontecido.
Todo este silencio sonoro
que revienta las piedras
y puja por quedarse para siempre.
De profundis
Tenía ganas de escribirte un poema
profundo
tan hondo como la fosa de Las
Marianas,
pero temí ahogarme.
Entonces decidí mantenerme en la
superficie,
dejarme flotar,
hacerme la muerta y seguir a tu
lado.
Prótesis del sueño
Esa mujer insomne
usa una prótesis del sueño
un muñón de aluminio para sujetar
sus mares
siempre confundiendo el horizonte
con su propia columna.
La prótesis impulsa tempestades
hacia lo alto,
cumpliendo a rajatabla su función
mecánica
haciendo estallar un sol de amianto
en sus muelas
la mujer envuelta en su almohada
no recoge todo lo que cae a su paso
el caballito de mar roto por el
invierno.
Ella desfila junto a tres lobeznos
famélicos,
respirando a través de su pie alado
como si por primera vez pisara este
mundo.
Al levantarse pondrá una gota de
aceite

para que la noche siguiente pueda seguir
coceando tormentas.