domingo, 21 de octubre de 2012


 

.Vocación de caníbales

 

Tan sólo tú conoces esa incomodidad,

tan propia de un contorsionista.

Metida en este frasco, todos me miran,

escogí la forma más simple de convivencia,

enfrascarme para  ser devorada,

estar siempre suculentamente

formar parte de algo apetecible,

comida casera,

estoy a precio de oferta

por ser de primera necesidad para la familiar.

Tan sólo queda seguir las instrucciones;

volcar el líquido y calentar.

Nadie notarás la diferencia,

algo inaprensible

el punto de enfrascarme es mi última posibilidad,

dejo aparte tu rechazo por el picante

por si te decides a comerme mejor. 

 

 

 

 

 

 

El cuervo

 

Reconocí al cuervo por sus graznidos

no me dejaba leer, ni dormir

el cuervo literario más popular

recitaba de memoria a sus célebres mentores,

Poe, Elliot, Borges.

 

Su presencia en medio de la frase

resulta premonitoria; “Vendrán y dejarán las migajas”

 

El cuervo asomado al poema,

dentro de él,

exigiendo una invocación

un símil a la oscuridad del poeta.

 

Me mira atento,

posado en el péndulo espera su ración,

es él quien se come las migajas,

de todos los restos de mi vida.

 

 

 

 

 

 

Poesía eres tú

 

Si tus ojos son palabras

tu boca inspiración,

tu vientre horizonte

poesía eres tú,

unánime en el rumor del verso

entre la roca y el cielo

entre el pasto y la piel

poesía eres tú

beso inasible

anhelo eternamente furtivo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hojaldre

 

Quebrada en los bordes,

íntegra,

sujeta a los vértices,  hojaldre.

rellena,

cubierta sólo de caramelo sólido

descansando sobre el canapé,

hojaldrada,

líquida, espesa

dulce,

más allá de mí,

otro pastel que cruje

con crema desbordada.

 

Un golpe de bandeja

reúnen a tu crema y la mía,

tu caramelo y el mío.

 

Al final del día,

ya en la esquina del plato,

tu hojaldre y  mi crema, son uno.

 

 

 

 

Diálogo

 

 

En plena oscuridad, oscura.

 

-¿Eres tú?

 

- Sí.

 

- ¿Y qué haces aquí?

 

- Encontrarte.

 

En plena claridad, clara.

 

-¿Eres tú?

 

- Sí

 

-¿Qué haces aquí?

 

- Perderte.

 

 

 

Humanidad divina

 

Nadie mira al otro,

cada quien solo con su habilidad,

rumiando la rabia como mejor sabe.

 

Nadie sabe quién va a pagar el destrozo,

de tantos frentes abiertos en esta guerra sorda

entonces  viene alguien de otro mundo,

reparte bocadillos,

abre unas botellas de vino que lleva para regalo

empieza a repartir otros dones.

 

Todos adivinan su condición de extranjero,

ya nadie se hace ilusiones

ni pregunta si es dios quien deambula entre los hombres.

comen y callan

el extranjero se aleja seguido de la multitud.

 

 

 

 

 

Silencio

 

 

Todo este silencio serenísimo  

todo este silencio amado y odiado

todo este silencio latiendo sin parar,

todo este silencio minado para los otros

todo este silencio acontecido.

Todo este silencio sonoro

que revienta las piedras

y puja por quedarse para siempre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De profundis

 

Tenía ganas de escribirte un poema profundo

tan hondo como la fosa de Las Marianas,

pero temí ahogarme.

Entonces decidí mantenerme en la superficie,

dejarme flotar,

hacerme la muerta y seguir a tu lado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Prótesis del sueño

 

Esa mujer insomne

usa una prótesis del sueño

un muñón de aluminio para sujetar sus mares

siempre confundiendo el horizonte con su propia columna.

 

La prótesis impulsa tempestades hacia lo alto,

cumpliendo a rajatabla su función mecánica

haciendo estallar un sol de amianto en sus muelas

la mujer envuelta en su almohada

no recoge todo lo que cae a su paso

el caballito de mar roto por el invierno. 

 

Ella desfila junto a tres lobeznos famélicos,

respirando a través de su pie alado

como si por primera vez pisara este mundo.

 

Al levantarse pondrá una gota de aceite


para que la noche siguiente pueda seguir coceando tormentas. 

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